"...Porque tanto perderse, tanto buscarse, sin encontrarse. Me encierran los muros de todas partes...Barcelona..."
Ya se que el despertador había sonado esta mañana. Pero en agradecimiento a las 300 visitas en menos de una semana, ha decidido sonar otra vez. Y como dije esta mañana mi despertador está roto, después del desvarío de fecha que tenía, ahora suena en catalán! Intentaré explicar lo último que me ronda la cabeza, a ver si encontramos el por qué.
Hace varios días llegó a mí un mail de la UAB (universitat autònoma de Barcelona) en el que se me concedía una beca, de la cual ya ni me acordaba que había solicitado. 4 años de contrato, dos en calidad de colaboración cobrando poco, y dos en calidad de predoctoral cobrando algo más decente. De incorporación inmediata, para ser más exactos después del puente de diciembre. Cuanto menos, esto resultó rompedor...
Nueva vida, nuevas circunstancias, nuevas ilusiones. A priori, algo genial. Una gran excusa para perder mi vida de vista, para poder vivir algo nuevo, para empezar a formarme en lo que me gusta. Debería estar saltando de alegría y con mi pisito en la rambla... Pues todo no es de color de rosa... Y es que no se si debería irme, desentenderme de todo... No se si mi vida ahora me lo permite, si mi alrededor me lo perdonaría alguna vez. Cuando algo llega con tanta fuerza a una familia como una enfermedad, no ataca a un miembro de la familia, el viernes nos operamos todos, todos entramos en quirófano.
A pesar de esto, si veo el mínimo rayo de esperanza a poder llevar a cabo esta nueva etapa, lo intentaré... aunque tenga que cogerme todos los viernes un avión a Málaga, pero no se podrá decir que renuncié a mi futuro. En los próximos días sabremos lo que ocurre...
Y ahora en estos momentos son en los que quiero llorar, llorar desconsoladamente, y que tú me seques las lágrimas, que tu me alegres un poco el día. Momentos en los que te necesito, momentos en los que la incertidumbre me come por dentro. Despedirme de ti, saber que te veré dentro de algunos años y que todavía sabrás quien soy, poder darte un último abrazo y renunciar a todo esto que ha pasado... Pero quizás esta oportunidad se ha cruzado en mi camino para que me vaya, para que ya nunca más me pueda cruzar contigo, para que todo sea realmente imposible...
Besos y felices despertares!
Ya se que el despertador había sonado esta mañana. Pero en agradecimiento a las 300 visitas en menos de una semana, ha decidido sonar otra vez. Y como dije esta mañana mi despertador está roto, después del desvarío de fecha que tenía, ahora suena en catalán! Intentaré explicar lo último que me ronda la cabeza, a ver si encontramos el por qué.
Hace varios días llegó a mí un mail de la UAB (universitat autònoma de Barcelona) en el que se me concedía una beca, de la cual ya ni me acordaba que había solicitado. 4 años de contrato, dos en calidad de colaboración cobrando poco, y dos en calidad de predoctoral cobrando algo más decente. De incorporación inmediata, para ser más exactos después del puente de diciembre. Cuanto menos, esto resultó rompedor...
Nueva vida, nuevas circunstancias, nuevas ilusiones. A priori, algo genial. Una gran excusa para perder mi vida de vista, para poder vivir algo nuevo, para empezar a formarme en lo que me gusta. Debería estar saltando de alegría y con mi pisito en la rambla... Pues todo no es de color de rosa... Y es que no se si debería irme, desentenderme de todo... No se si mi vida ahora me lo permite, si mi alrededor me lo perdonaría alguna vez. Cuando algo llega con tanta fuerza a una familia como una enfermedad, no ataca a un miembro de la familia, el viernes nos operamos todos, todos entramos en quirófano.
A pesar de esto, si veo el mínimo rayo de esperanza a poder llevar a cabo esta nueva etapa, lo intentaré... aunque tenga que cogerme todos los viernes un avión a Málaga, pero no se podrá decir que renuncié a mi futuro. En los próximos días sabremos lo que ocurre...
Y ahora en estos momentos son en los que quiero llorar, llorar desconsoladamente, y que tú me seques las lágrimas, que tu me alegres un poco el día. Momentos en los que te necesito, momentos en los que la incertidumbre me come por dentro. Despedirme de ti, saber que te veré dentro de algunos años y que todavía sabrás quien soy, poder darte un último abrazo y renunciar a todo esto que ha pasado... Pero quizás esta oportunidad se ha cruzado en mi camino para que me vaya, para que ya nunca más me pueda cruzar contigo, para que todo sea realmente imposible...
Besos y felices despertares!
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