"...Tengo que irme ya, abrázame. Nada más llegar te llamaré. Déjame marchar, no llores más..."
Hoy suena a despedida. A intentar reconciliarme con una ciudad que no me ha tenido muy contento últimamente. Me he despertado de muy buen humor, con aire conciliador, con ganas de arreglar mis cosas, con ganas de asentarme a mi mismo. No quiero irme de aquí con un mal sabor de boca, no lo veo necesario.
Cuando sabes que el adiós no maquilla un hasta luego, te planteas todo esto. Que fácil es dar un portazo y decir adiós muy buenas, si te he visto no me acuerdo. No me parece coherente, se que si hiciera eso, dentro de un tiempo, me arrepentiría. Y es por esto que he decidido darle una última oportunidad a Granada. Me quiero despedir de cada una de sus esquinas, y de cada una de las personas que alguna vez hicieron que mi estancia aquí fuera especial. Personas que han significado mucho en mi vida, que de una forma u otra han contribuido a crearme como persona, han hecho al Dave que conocemos, o creemos conocer ahora.
Superada una etapa solo te quedas con lo bueno, y eso quiero yo, quedarme con todos mis grandes momentos, mis momentos felices.
Esta semana subiré a la alhambra, me comeré un pionono y una bolsa de conchifrit.
Como al final no me vaya me dará depresión... pero juego con el 90% a favor :)
Besos y felices despertares!
No hay comentarios:
Publicar un comentario