lunes, 19 de marzo de 2012

Despertares blancos

"...Tu habitación estaba helada de tando recordar, del frío de olvidar. Solo dijiste una palabra mas con forma de sermón, sin dar ninguna opción. Me dices la verdad, o será que no me aguantas mas, o quizás que tengo que encontrar alguien a quien amar..."


He decidido no programar el despertador, que no suene unos días. ¿El motivo? Me gusta soñar. Es la única forma de poder estar a tu lado, de poder olerte, de sentirte, de recordarte. Aunque luego me despierte y un gran río blanco me hace ver que no eres tu el que ahora duerme conmigo. No es tu colonia barata la que inunda mis sábanas, no es tu nariz la que ahora tropieza con mi oreja.


No se por qué ahora, no se a que viene esto. Pero en fin, esto empieza a ser algo habitual en mi vida, el no saber el por qué. Cuando no tengo tiempo ni para dormir, cuando las situaciones me desdoblan, cuando no me acuerdo de mi mismo, sueño contigo. Llevo toda la tarde nervioso, intranquilo, agobiado, con ansiedad, pensando en ti. Intentando saber por qué te pienso, por qué te deseo, si ahora no tengo ninguna necesidad.


Se me ha pasado varias veces pasarme por tu casa, taparte la boca, no decir nada. Solo abrazarte, dormir junto a ti, y amarte desde abajo, que es como mejor se ama.


"...Esque se te olvidó corazón tu vida no es mejor, sino yo, como un encendedor que alumbra tu calor..."


Besos y Felices despertares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario